domingo, 6 de enero de 2013

Ideas formadas de cuerpos foráneos

Caminaba yo, extasiado por no pensar, en un mar de cuerpos.
Desconocidos a mi, infinitos mundos, que solo enseñaban su engañosa fachada.

Universos tan bastos e ignotos para todos los demás, limitan nuestra percepción más allá de nuestros deseos. Cada uno de estos extraños cuerpos tenían ideas y voluntades que jamás conoceré ni me importará no hacerlo.

Entes como parte de la escenografía de lo que llamo vida. Al igual que yo soy una decoración más de la de ellos. Vivimos como adornos mutuos de todos y de cada uno.

Reflejamos en cada uno anhelos y esperanzas vanas, creando así personas imaginarias que llevan como portada los cuerpos que vemos, sin siquiera sospechar lo que adentró llevan puesto.

Caminaba yo entonces encerrado en mi propio mundo creado, con imágenes prestadas de carne y hueso, asignando papeles, deberes y obligaciones.

Es esta iteración incesante que cada sujeto realiza con los mares cuerpos lo que forman los conceptos actuales que tenemos de todos y de nadie.

2 comentarios:

  1. Por algo esta página se llama filosofía de lo cotidiano, es muy profundo y filosófico lo que escribes querido Carlos. Mi sincera felicitación.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Es como ir sentado en uno y todos los vagones a la vez, del tren que nos lleva de un lugar al otro. Como llegar a la estación y continuar el viaje con el mismo boleto, recorriendo todas las estaciones. El hombre es así de.diverso y por eso a veces se enreda.
    Es un relato maravilloso éste. Corto y muy profundo.

    Felicitaciones.

    ResponderEliminar

Deja tu nombre si no tienes cuenta!