miércoles, 11 de julio de 2012

Aquel dolor que del pecho no sale


Tortuosos caminos que no llevan a ninguna parte, recorridos por el placer de sentir dolor. Mal sana costumbre de un alma empecinada, decidida a no encontrar paz.

Lugares fríos y recónditos, de más esta describir su soledad. Donde toda esperanza se desvanece y no vuelve jamás.

¿Cómo salir de estos recintos oscuros que causan pena si son reconfortantes y adictivos?
¿Cómo superar el miedo de no ser más?

Interrogantes abundan en esta existencia, mas de encontrar respuestas no me siento capaz.

4 comentarios:

  1. Todos los caminos llevan a alguna parte hasta los que causan dolor y nos adictan. Nos adictan por el placer de sufrir, cosa que suena a masoquismo, la decisión de salir está en nuestro interior. La vida tiene mil interrogantes y todas tienen respuesta, tan tienen respuesta que cuando respondes a una interrogante de la respuesta nace otra interrogante y es la única forma de crecer y resolver.

    Este texto está muy fuerte, empieza a responderte.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Carlos Ernesto,
    tu texto es hermoso aun dentro de su tristeza.La soledad llama a veces hacia esos lugares "fríos y recónditosd". Nos guarecemos allí por un tiempo, haciendo miles de preguntas. Llega el día en que se abre el camino hacia la luz. El miedo desaparece, y aprendemos a seguir, con fuerza y paz.

    Me encanta cómo escribes!

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Agradezco que se tomen su tiempo para comentar y que les haya agradado. El camino, tal como tu dices Aída, lleva alguna parte siempre y cuando le demos importancia al destino que en el reside, de lo contrario lo tomaríamos como irrelevante y aseveraríamos que no lo hace.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Me dijeron una vez que el hombre cambia en ciclos de 7 años. Cada ciclo es una nueva experiencia que nos prepara para los próximos 7 años por venir... Las interrogantes, son hechas en la entrada por un ser oculto que reside en todos nosotros. De no responderlas, ese mismo ser nos dará la respuesta, no con palabras sino con enseñenzas.
    La vida encierra su misticísmo, es ahí donde la filosofía idealista cobra valor...

    ResponderEliminar

Deja tu nombre si no tienes cuenta!