lunes, 16 de julio de 2012

Fachada en ruinas


Animal moribundo en congregación forzada,
Aparenta todo aquello que no es;
Evitando así su entrada de gala al patíbulo social.

Natural e irrevocable misantropía
subyace bajo el rostro sonriente,
con forzada voluntad se sostiene,
la pulcra falsedad de notoria simpatía

¿Qué hacer para escapar al vulgar impulso de necesidad de pertenecía?
¿Cómo atreverse a transgredir las normas morales por simple pertinencia?

Persona o mascara, no importa la que fuera, el peso sigue siendo el mismo. Como un edificio que arde y se derrumba, la mente no soporta semejante optimismo.

Queda solo una fachada en ruinas
Aspectos de una persona que fue otra y ahora es ella.
Tachado injustamente de haber cambiado,
cuando en realidad solo su alma había desnudado.

4 comentarios:

  1. Muy profundo y gran crítica al sistema, me gusta mucho esta figura:

    "Evitando así su entrada de gala al patíbulo social".


    Felicitaciones de todo corazón.

    un gran abrazo.

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  2. Asombra la dimensión que contiene tu texto. Es excelente.
    El peso seguirá siendo el mismo, lo importante es saber distinguir su falsedad y tomar distancia.

    Mis saludos.

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  3. Hay que subirse a una nube y desde arriba ver cómo cae realmente la lluvia. Sin nosotros. Con nosotros.

    Un gusto y un abrazo.

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  4. Para llegar a ser caballero, es indudable que la valentía era el elemento mas importante. Pocos son aquellos que se atreven a desnudar al hombre de sus máscaras por temor a ser condenados o miedo a perder su propia armadura en el proceso.
    Tu escrito, digno de todo un caballero con alma de muchos siglos, expresa la valentía que raramente se encuentra en nuestros días; lo cotidiano, lleva cada vez mas carga de ansiedades, anda mas veloz, ignorando la esencia de estar vivos. El jugo que la vida saca de nuestras experiencias, a pesar de tener un saborcito amargo al paladar propio, deleita a quienes tienen la suerte de probarlo. Es, simplemente, que lo profundo de tu escrito, refleja en carne ajena aquello que todos vivimos en carne propia, regalándonos la sensación de no estar sólos. Finalmente, somos entes sociales. Aun el mas hermitaño de todos lo es, ya que medita en su soledad acerca de las inmesurables incógnitas sociales que le aquejan...
    Te felicito caballero. Son tus escritos, como aquellos molinos del Quixote que todos debemos enfrentar en nuestras vidas: -Gigantes de aperiencias particulares y propias, que debemos derrotar.
    Gracias.

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